
Es fácil perder a alguien entre bambalinas... es horrosamente complicado saber que habrán cien mil personas detrás del terciopelo rojo y saber que no estás preparado porque perdiste el punto de equilibrio, en la penúltima línea de ese malgastado guión... llevas años ensayando, esforzándote entre lágrimas, levantando la cabeza delante de un enorme espejo, aunque ahora esa imagen no resulta ser familiar...
Esta vez sientes que has perdido el norte, la intensidad de ser, de estar... y sabes quién se la llevó para siempre... pero hoy hay que cerrar los ojos, dejarse llevar por el murmullo y tras una pequeña reverencia hay que volver al espectáculo...
2 comentarios:
Lo unico que queda es seguir... sino de qué nos sirvió haberse equivocado y aprendido tanto
saludos
andrés
Siempre hay que seguir... no queda otra, nunca queda otra opción...
un abrazo
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