jueves, 17 de febrero de 2011

Defecto I

Resumen del día:
No se puede ser fotofóbica y tener al sol por bandera

miércoles, 14 de julio de 2010

viento



Sigo mirando el cielo, mientras pasan las horas... y todo se va poco a poco desvaneciendo entre mis manos...

sábado, 20 de febrero de 2010

uno de sus olvidos


Perdiendo el norte o cómo dejarse las llaves o el horno encendido, tras darle mil vueltas a qué hacer para cenar, no es que sea una gran cocinera, porque hasta las pizzas del super se me quedan crudas, pero siento la llamada de la cocinera que llevo en mi o eso creo... a veces.

En fin, otro día normal, la música alta, los libros desparramados por todas partes, incluso en la bañera y una retahila de folios de no se sabe muy bien qué invaden el pasillo y la sala de estar. En realidad soy amante del orden, pero entre un perro, un gato, dos hámsters y un pez, es inevitable que todo esté en su sitio... en realidad miento, a estas alturas de la vida no sé si comparto piso o son ellos los que me dejan vivir aquí, aunque sinceramente, no sé muy bien qué harían sin mi... eso es lo que me estoy ahora mismo... ¿Qué estarán haciendo?... no quiero ni pensarlo porque dentro de nada es la hora de cenar.

Han llamado a la puerta, contesto y es el cartero que trae algo certificado... me miro al espejo y... bueno, supongo que sería más decente abrir la puerta peinada y con la cara recién lavada, pero qué más da. Abro la puerta cojo el sobre, firmo cuidadosamente el papel y le digo 'hasta luego' a la cartera.

¡Sorpresa! Es para mi, en el sobre de color marrón aparece mi nombre debidamente escrito a máquina, algo que me sorprende bastante ¿Quién escribe cartas con máquina de escribir? Tampoco hay remitente, no tengo ni idea de lo que puede ser. De camino a la cocina empiezo a abrir el sobre, pero un olor a chamuscado me pone en alerta y hace que la marcha se acelere dejando atrás de mi camino un pequeño grito. Sí, la pizza se ha calcinado... puffss... pues nada, toca fruta que también viene bien, según dice mi querido compañero de piso, me faltan vitaminas, aunque más bien lo que creo que me falta es un cambio de aires, por eso mismo abro la ventana, porque el olor a pan churruscado es bastante desagradable.

Una vez ventilado el intento de incendio, decido qué me apetece más si una manzana o un yogur, sin lugar a dudas me declino por el yogur ¡Calcio y vitaminas! ¡Dos en uno!... me rio sola, no tengo remedio.
Me siento, enciendo la televisión y veo que están haciendo ese programa tan extraño que le gusta a mi otra compi, nunca voy a entender cómo puede gustarle eso, bueno sí... le hace sonreír y pese a estar en contra de este tipo de programación, verla reir es muy reconfortable.

Definitivamente decido ponerme una película, no hacen nada bueno y para no estresarme decido coger un clásico El Mago de Oz ¿Quién no ha querido nunca ir dando saltitos por las baldosas amarillas? Supongo que los que no se pierden a mitad de camino consiguen llegar a su particular Oz, ojalá supiera cuál es el mio. Pasan los minutos y recuerdo que no he abierto el sobre.
Me voy a la cocina, pero antes paro en el espejo que hay en el pasillo y me hago una mueca, mientras esquivo a mi gata, enciendo la luz, cojo el sobre y vuelvo a la sala de estar, esta vez paso de largo el espejo.
Sentada en el sofá abro el sobre y se desliza entre mis manos una fotografía en blanco y negro de una ventana cerrada, la giro y detrás escrito a mano con rotulador negro pone '¿Lo recuerdas?'

No sé muy bien qué cara he puesto porque la gata ha saltado del sofá... porque no, no lo recuerdo.
Algunos dicen que la mayoría hemos tenido vidas anteriores, a lo mejor la imagen se refiere a eso, pero me cuestiono notablemente qué pude ser en mi otra supuesta vida, porque no recuerdo absolutamente nada.
Apoyo la fotografía en el vaso de agua que hay encima de la mesa de la salita y lo observo de lejos sentada en el sofá y me pergunto qué debería recordar o tal vez a quién...

miércoles, 14 de octubre de 2009

atardecer




Hay quien abraza el llanto de la noche, mientras se esconde entre inquietas sábanas, entre suspiros de algodón y sonrisas ardientes.
Hay quien abraza el sueño de lo imposible, siguiendo el camino de unas baldosas desteñidas por el paso del tiempo, descansando en silencio en cada rincón, para poder continuar y, ofrecerle un poco más de azul al cielo y una pizca de luz al sol.

jueves, 24 de septiembre de 2009

volver


Parecía menos... pero seis largos años se cruzaron por el camino sin querer... y sin poder evitarlo.

Volví... y todo seguía donde lo dejé... la casa, las calles, el paisaje, parte de lo que soy y había olvidado, creía que no iba a volver nunca... creía... y ahí estaba... de pie, con lágrimas en los ojos, sintiéndome demasiado mayor para volver a correr por los mismos sitios, sintiéndome bien, frágil, feliz... por volver a una parte que había olvidado.





lunes, 29 de junio de 2009

mentir



Es fácil perder a alguien entre bambalinas... es horrosamente complicado saber que habrán cien mil personas detrás del terciopelo rojo y saber que no estás preparado porque perdiste el punto de equilibrio, en la penúltima línea de ese malgastado guión... llevas años ensayando, esforzándote entre lágrimas, levantando la cabeza delante de un enorme espejo, aunque ahora esa imagen no resulta ser familiar...
Esta vez sientes que has perdido el norte, la intensidad de ser, de estar... y sabes quién se la llevó para siempre... pero hoy hay que cerrar los ojos, dejarse llevar por el murmullo y tras una pequeña reverencia hay que volver al espectáculo...

viernes, 10 de abril de 2009

recordando dias de lluvia


La historia se escribió en otro país, donde no importaba nada, donde encontrar una sonrisa era tan fácil como girar una esquina.
Ese año llovió y llovió cada día, pero no pasaba nada, andábamos bajo paraguas de colores, asombrados en cada paso, de cada parte de aquella ciudad… nos cogíamos de las manos y soñábamos en ser escritores, cantantes… soñábamos en no ser lo que ahora somos, simples desconocidos… disfrutábamos ver caer cada gota de lluvia, nos enamoramos del frío, de los grandes caminos que terminaban en inmensos jardines…
Recuerdo aquel año…. Y sin querer te recuerdo… tan cerca… que hoy quisiera ver esas luces desde mi ventana…………………………………………